Desde hace muchos años, la iniciación electrónica ha llevado el parámetro del tiempo al centro de los diseños de voladura para siempre. Aunque este parámetro existía antes de la era de los detonadores electrónicos, los ingenieros de Blasting o los blasters no podían manejarlo directamente; La tecnología lo impuso. Sólo los valores fijos estaban disponibles.
Hoy, el hecho de que podamos elegir cualquier tiempo de detonación para una carga explosiva cuestiona la viabilidad de la mayoría de las reglas aplicadas para el diseño de voladuras. Por lo tanto, el famoso método de carga por retardo, que permite pronosticar un nivel de vibración a una distancia dada («ley de Chapot»), ya no es necesariamente válido cuando se utiliza la iniciación electrónica. Por lo tanto, debe abordarse de una manera totalmente diferente. La fórmula KUZ-RAM, que permite pronosticar la fragmentación, también está sujeta a la misma distorsión.
El objetivo de este artículo es mostrar cómo las leyes de cálculo utilizadas para el diseño de voladuras están influenciadas por el parámetro de tiempo (secuencia) y cómo podemos aprovechar al máximo esto, en particular para las vibraciones.